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La psicología del deporte es una ciencia completamente establecida, pero la aplicación a la escalada es aún muy reciente e incipiente, por lo que aún no disponemos de ninguna herramienta específica y debemos de valernos de herramientas de la psicología del deporte tradicional.
 
En escalada, a nivel psicológico el principal factor limitante es el miedo. El miedo es una emoción que se encarga de protegernos activando conductas de evitación y/o huida. Nos dice que no tenemos las herramientas necesarias (ya sean físicas, técnicas o psicológicas) para hacer frente a la situación a la que nos estamos enfrentando y moviliza recursos para «salvar nuestra vida».
 
La principal diferencia con cualquier otra situación es que en escalada el miedo nos paraliza, no nos deja avanzar (y a veces ni retroceder), todo lo contrario que ocurre en otras situaciones. ¿O acaso te quedarías paralizado si viene un león corriendo hacia ti, o si has caído en un río y te lleva la corriente?
 
Además, muchas veces, ya sea por ego o por que está enmascarado por otra emoción, no somos conscientes de que lo que nos está frenando es el miedo. Creemos que simplemente es que «la regleta está babosa», «las condiciones ambientales no son las óptimas» o no comprendemos por qué el paso sale muy fácil en aislado pero encadenando, aunque estemos bien, siempre nos caemos.
 
Así pues, lo más importante es saber detectar que hay miedo, descubrirlo, aceptarlo. Y si aún habiéndolo descubierto y aceptándolo no sabemos gestionarlo correctamente será necesario acudir a un profesional de la psicología del deporte especializada en escalada (insisto en esto, ya que la respuesta del miedo en escalada es completamente diferente a la que se da en otras situaciones y/o deportes, por lo que no nos vale cualquier psicólogo deportivo).
 
Para ayudar a identificar nuestras sensaciones pre-escalada y tratar de detectar si existe un miedo incipiente utilizaremos un test validado y ampliamente utilizado en la psicología deportiva, el test CSAI-2R, que nos ayudará a evaluar nuestra ansiedad somática, cognitiva y nuestra autoconfianza.
 
Además, el saber interpretar nuestra frecuencia cardiaca al escalar nos ayudará enormemente a controlar la activación de nuestro sistema nervioso simpático – que se encarga, entre otras cosas, de disparar la adrenalina y elevar las pulsaciones cuando el miedo entra en escena.
Entrenamiento de escalada basado en evidencia científica
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