Isotipo a
El control de la carga es lo que en realidad nos permite empezar a hablar de verdad de entrenamiento cuando escalamos:
 
Toda carga externa se pauta con el objetivo de producir una carga interna en el deportista. Esta carga interna, el cuánto bajamos en la curva de la Ley de Seyle, es la que va a determinar cuánto daño va a tener que reparar el organismo para supercompensar y, por tanto, es la que va a producir las adaptaciones que buscamos.
 
En los ejercicios analíticos el control de la carga externa es bastante sencillo ya que se pueden modificar a placer los distintos parámetros que se pautan (intensidad, volumen/duración, tiempo entre contactos…). Sin embargo, en ejercicios integrados este control se pierde por completo (y, con ello, la carga interna que nos produce): por ejemplo, aún siendo la Moonboard una tabla totalmente estandarizada y con los grados «certificados» por los usuarios, no existen dos 7a iguales, dos 7a que nos cuesten lo mismo y nos supongan la misma carga interna. Y más aún, en una misma travesía, no tiene nada que ver el tercer pegue con el pegue a vista. Y si dos pegues no suponen la misma carga (como lo hacen dos suspensiones a la misma intensidad, con la misma duración y en el mismo canto), no podemos saber qué nos está suponiendo cada pegue y, por tanto, no podemos saber qué efecto nos va a producir en el organismo, cuánto nos está haciendo bajar en la curva de la fase inflamatoria.
 
Sin embargo, extrapolando los principios de la metodología VBT al uso de un sensor de fuerza, podemos saber, independientemente del número de movimientos, inclinación, grado, etc. cuánta fatiga nos está suponiendo cada pegue y, con ello, la respuesta metabólica y hormonal que nos está produciendo – o lo que es lo mismo, podemos saber qué adaptaciones se van a producir.
 
Así, controlar la Pérdida de Fuerza (PF) intrasesión nos permitirá ajustar el volumen de entrenamiento integrado con una exactitud sin precedentes a cómo estemos cada día, permitiéndonos entrenar sólo lo exactamente justo para producir las adaptaciones que buscamos.
 
Por otro lado, controlar la PF intersesión nos permite saber con bastante precisión si hemos asimilado la última carga aplicada, si estamos suficientemente recuperados para que el entrenamiento nos lleve a un nivel superior de rendimiento o para saber si estamos suficientemente calientes y en condiciones como para dar el pegue que nos va a permitir encadenar nuestro proyecto – o si es mejor que nos vayamos a casa a descansar.
 
Controlar la PF te permite hacer que cada entrenamiento te acerque sí o sí a alcanzar tus objetivos aplicando la mínima dosis efectiva.
Entrenamiento de escalada basado en evidencia científica
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