Entrenamiento de escalada basado en evidencia científica

El entrenamiento conrestricción de flujo sanguíneo (BFR por sus siglas en inglés, Blood Flow Restriction) nació en Japón en 1966 y en la actualidad goza de un increíble aval por sus beneficios científicamente comprobados.

Restringir moderadamente el flujo arterial (sin producir isquemia) y completamente el venoso mientras se realiza un entrenamiento de baja intensidad va a producir un fenómeno fisiológico denominado «cell swelling», en el que se acumulan en la célula una gran cantidad de metabolitos que van a producir adaptaciones tanto a nivel de fuerza como de resistencia:

–Con cargas bajas, de entre un 20% y un 40% de RM, vamos a conseguir un estímulo de fuerza e hipertrofia como si estuviéramos entrenando con cargas altas, del 80% de RM, sin someter a elevada tensión mecánica a las estructuras musculares y tendinosas, lo que va a ser especialmente interesante a nivel de acelerar la recuperación y más aún, a nivel de readaptación de lesiones.

-Igualmente, se van a producir adaptaciones de mejora de la velocidad de reoxigenación y de la creación de nuevos vasos sanguíneos para aportar mayor flujo a la musculatura, por lo que es de especial interés para el entrenamiento de escalada.

-Al ser el cell swelling una situación «no fisiológica» es la única situación en la que el organismo va a activar simultáneamente las vías AMPk y mTOR, produciendo adaptaciones de fuerza y de resistencia a la vez.

-Es una práctica que, respetando los criterios expuestos, está prácticamente exenta de riesgos.

Y, aunque siempre es mejor realizarla con manguitos con los que podamos medir la presión, es posible hacerlo con instrumentos de bajo coste.